Mamá y el mundo que repentinamente se han puesto de acuerdo me lo repiten una y otra vez: "cuándo seas madre, sabrás de lo que hablo", "cuándo seas madre entenderás", "ya te quiero ver cuando tengas tus hijos", "eres una egoista", "ya te llegará", etc, etc.
CHAPTER I
Como todas las mañanas viajar en el tren se ha vuelto un calvario casi rutinario, sobre todo cuando este para en la estación de Gamarra, en el bullicio, en el fin del mundo, donde poco o nada importa tener la cara de un desconocido respirando a tu lado, donde no importa si un mar de niños suben con sus inconfundibles madres, para aplatanarnos aún más en el tren, no los culpo, ellos son inocentes, pero, que hay de los niños que no están acostumbrados a la sociedad tumultuosa que en algún momento les tocará conocer... pues bien así estaba "Carlitos", mirando a todo el mundo, inquieto, fastidiado, supongo que su pequeño cuerpo no soportó esos avatares y comenzó a llorar como una orquesta disociada de cualquier ritmo, yo quería llorar con él, nada lo calmaba, si hubiera sido su madre bajaba corriendo en la primera estación, así que decidí perder yo, y huir.
CHAPTER II
Hace un año que acabo de ponerme un piercing en la oreja, hace dos que llevo brackets, ustedes se preguntarán por qué lo comento, pues bien, estas dos cosas son el centro de su atención, lo cual hace que me convierta en una espécimen, al cual ellos diseccionan a su antojo, dentro de su mundo mágico cuchichean entre ellos, sobre mis dientes de lata, sobre el extraño arete que adorna mi existencia, yo sólo los miro, adelanto mis pasos y me voy.
CHAPTER III
En una de mis escapadas de la mundanal Lima, tuve como amigo delantero de asiento a un niño, creo que invaden o me persiguen, traté de no tomarle importancia, total no era tan niño (le calculo 5 o 6 años), hasta que tuvo la gran idea de asomar su digna cabeza hacía mi, para interrogarme una y otra vez sobre mi vida, mi edad, qué hacia en mis vacaciones, qué comía, quién era mi novio, por hijos que no tengo, etc, etc. Traté de ser cordial, respondí a regañadientes todo lo que su imaginación abordaba, aunque luego me aburrí por falta de costumbre tal vez. Me hice a la dormida para ya no seguir siendo su victima.
CHAPTER IV
A mi novio (en ese entonces), se le ocurrió por cosas del destino, dar un paseo por el parque, a según él, despejar nuestras mentes y respirar aire casi puro, accedí porque en fin, estar echada en el césped me libera, y estar con el también, estábamos en una escena romántica, de esas que se ven en las películas, miento, la típica de siempre. Estábamos besándonos bajo un árbol, cuando de pronto un niño en bicicleta, en voz alta y contundente dice: " ¡Guácala!".
Estallé a carcajadas.
CHAPTER V
Mis tias, que son en realidad muchas por parte de mamá, de vez en cuando nos visitan, nos invaden con todos sus retoños, que por cierto son bonitos (tiempo tolerable una hora), de ahí todo se vuelve un suplicio, acepto que los niños son curiosos, chismosos, investigadores de todos los recónditos lugares de mi casa (en especial de mi cuarto). Quieren mis libros, mi lap top, el control remoto, mis zapatillas, rayar mis paredes, remodelar mis graffitis, ponerse mis aretes, pintarse las uñas, beberse las aguas de colores que camuflo en mi armario, enseñarle mis cigarros a sus adoradas madres. Solo entonces, no aguanto, hago que formen fila india y los despido de mi cuarto, pongo seguro a la puerta y respiro.
Sé que tal vez soy un bucle sin sentido, pero me he acostumbrado a mi privacidad, a mi trabajo, a mi novio y la vida que llevo, puedo dormir las horas que me plazca, puedo permitirme caprichos y engreimientos, tengo un perro y a veces cuidarlo me supera, como para cuidar bebes, no soy egoísta, tal vez no es el momento, no ahora. Muchos lo hacen por llenar vacíos existenciales, emocionales, por no haber tenido una buena relación familiar, y pues, eso si me parece verdaderamente egoísta, ya que un hijo no es la solución, si no superas el pasado mucho menos vas a superar el presente, y a mis detractores solo decirles que si tengo hijos o no es mi vida, mi mundo, es mi guión y me corresponde. Por mientras me largo a disfrutar de mi libertad, de mis puchos y del buen rock. Nos vemos.